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Portocristo: protesta vecinal por el reinicio de unas obras paralizadas en la primera línea |
El TSJB advierte que no se respetan los seis metros y que se trata de un edificio de nueva planta
MIQUEL BARCELÓ. PORTO CRISTO.
Un grupo de 15 vecinos de la calle Verí han denunciado ante el Ayuntamiento la continuación de unas obras iniciadas en 1996 en un edificio de primera línea y para las que en 1997 se tramitaron hasta tres decretos de alcaldía antes de lograr su paralización. Según una representación vecinal, "este edificio -destinado a restaurante- debería retranquearse en un superficie de unos 40 metros". Además, los afectados aseguran que la obra "carece de licencia".
Por su parte, desde el departamento de Urbanismo del Ayuntamiento se ha informado que el pasado 10 de enero el servicio de inspección atendió la denuncia vecinal pero que el informe concluyente no está completado a la espera de estudiar al detalle el dictamen de dos sentencias: una favorable al decreto de paralización de las obras por parte del Ayuntamiento (de 19 diciembre de 2003), y otra (de 27 de enero de 2001) a la que recurre el promotor para seguir con la obra y que da la razón al propietario en cuanto a que la denegación del proyecto que sufrió por parte de la administración local no se ajusta a ley".
Los servicios jurídicos estudian la situación ante la queja de los vecinos que lamentan que "Obras del Puerto no se haya manifestado aún al respecto".
El promotor inicial de las obras fue Antonio Zabala para una reforma de la vivienda, que luego derivó en un derribo casi total de la casa, exceptuando la pared de la fachada, mientras en el interior se levantaba un edificio de nueva planta. Luego vendió el proyecto.
Desde 1996 hasta la fecha se han interpuesto varios contenciosos por las citadas obras, "que continúan impunemente y el Ayuntamiento no hace nada", advierte un portavoz de los vecinos que prefieren permanecer en el anonimato "para evitar nuevas amenazas".
La sentencia 1035 del Tribunal Superior de Justicia de Balears, referida al conflicto urbanístico de la calle Verí subraya que el edificio debería respetar "la distancia mínima de seis metros" como punto más próximo de los edificios que lindan con el mar y que por tanto están en zona marítima-terrestre y confirma que "la pericial practicada revela que las obras no eran de simple reforma, sino que eran de nueva planta".