Los dueños de Es Fangar quieren convertir la finca en un viñedo |
Estudian plantar viñas en 3.000 hectáreas y dedicarse también a la cría de caballos No tienen intención de rehabilitar la propiedad como agroturismo
RAFAEL GABALDÓN
MANACOR.- Los propietarios de la finca rústica de Es Fangar, ubicada en Manacor y con 3.000 hectáreas de extensión, están estudiando replantearse los proyectos en curso y convertir la finca en una zona de producción agrícola aduciendo a la inseguridad jurídica y urbanística. Una situación que no anima a invertir 14 millones de euros para vivir en la incertidumbre de la alegalidad por muchas diligencias que se han realizado en la correcta tramitación de lo solicitado por las administraciones.
La finca, ahora de uso residencial, pretende convertirse en viñedo y producir la cantidad suficiente como para que los embotelladores y vinateros no se vean obligados a importar. Además también se prevé su adecuación para la cría de caballos y la adaptación de ejemplares procedentes de otros climas.
La futura empresa agrícola y ganadera, respetuosa con el medio, crearía más de 40 puestos de trabajo directo y 30 indirectos.
Cabe recordar que el actual dueño de Es fangar, de nacionalidad alemana, compró la finca a unos mallorquines que le demostraron en escritura pública que según una sentencia firme del Tribunal Supremo había unas servidumbres de paso, caminos y camadas que eran públicas y otras privadas. Así, en base a las propiedades adquiridas se diseñó la finca sobre las servidumbres siempre de acuerdo con el Ayuntamiento y el Consell.
Según ha podido saber este periódico, el propietario de Es fangar no comprende, tal y como ha comentado a varios amigos, por qué se oponen a que la finca sea productiva y se generen puestos de trabajo. Mientras, él puede seguir con la possessió para su uso y disfrute.
Por su parte, el presidente de Asaja en Baleares, Biel Company, ha pedido una entrevista con el alcalde de Manacor, Antoni Pastor, para hablar en profundidad del tema. Según Company, una finca rústica en producción debe contar con el mismo respeto que cualquier comercio u empresa y si cumple los requisitos y tiene en regla las licencias y demás, es incomprensible que se ponga en duda la ejecución de los proyectos.
La polémica sobre los caminos públicos y privados y la veracidad o no del catálogo diseñado por el Ayuntamiento que está ahora en revisión, dado los numerosos errores, ha afectado de lleno a la finca y cada manifestación transcurre por estos terrenos.
Los vecinos de Son Macià deducen que Es fangar por dimensión (3.000 hectáreas) la convierte en punto de referencia. Sin embargo cuando era de propiedad mallorquina el camino en cuestión permanecía cerrado por orden judicial, según la familia Bonnín, por aquel entonces dueña de Es Fangar.
Por todo ello queda descartada la creación de un agroturismo, vista la intención de la propiedad la cual -según se demuestra en permisos solicitados, planos de ejecución...- no pretende implantar la producción agrícola y ganadera.