El marido de la teniente de alcalde de Petra inaugura la nave ilegal que se ha construido |
El inmueble ha abierto al público como tienda, pese a que el alcalde Joan Font ordenó paralizar las obras porque carecían de licencia Los vecinos afirman que organizó una fiesta para celebrarlo
T. J. ESCANELLAS
PETRA.- Ni la orden de paralización dictada en agosto por el alcalde nacionalista Joan Font Massot ni el consiguiente escándalo político han impedido a la empresa Ferreteria Bonany, de la que es accionista el marido de la teniente de alcalde de Petra Catalina Mas, inaugurar y abrir al público la nave ilegal que ha construido en la Avenida Rei Jaume II.
Con una superficie edificada de 775 metros cuadrados, el inmueble actúa como anexo a otra nave industrial que la misma empresa había alzado hace un año. En el exterior, el edificio ilegal ya luce sus escaparates y letreros publicitarios de 'Ferreteria Bonany', mientras que la segunda planta -que se abre con una gran puerta corredera para cargar las mercancías- actúa como almacén. Aparece repleta de material y de utensilios para transportarlo, síntoma evidente de la actividad que allí se lleva a cabo.
La planta baja actúa como prolongación de la tienda y, tal como ha podido confirmar este periódico, se encuentra funcionando a pleno rendimiento y repleta de clientes a diario. Vecinos consultados por EL MUNDO/El Día de Baleares han asegurado, incluso, que la empresa de la teniente de alcalde del PSM organizó una fiesta de inauguración, para celebrar la apertura del congreso.
Todo ello, a pesar de que la nave fue construida este verano ilegalmente, sin la preceptiva licencia de obras que debe conceder el Ayuntamiento. Sólo después de que este diario denunciara los hechos, el alcalde Joan Font abrió un expediente de disciplina urbanística y dictó una orden de paralización de la obra, que la promotora ha ignorado por completo. Hasta el punto de que el edificio ya está concluido y abierto al público.
En vista de que la nave había sido construida ilegalmente, el Consell decidió denegar la cédula de habitabilidad, por lo que el edificio no puede conectarse a las redes de agua, luz y alcantarillado. En consecuencia el Consell tampoco puede haber concedido la licencia de actividad, por lo que la tienda estaría funcionando ilegalmente.
A raíz de este escándalo, todos los partidos de la oposición exigieron en el pleno del pasado mes de septiembre la dimisión del alcalde Font Rosselló. Su número 2, Catalina Mas, se limitó a excusarse diciendo que su marido no tiene por qué informarle de que está construyendo una nave ilegal. Sólo dimitiré si dimiten los cinco concejales de la oposición», sentenció, «que seguro que también tienen cosas que esconder».
Fue el propio secretario municipal quien, el pasado verano, dirigió un requerimiento al alcalde Joan Font informando de la ejecución de unas «obras sin licencia, contrarias a la ordenación urbanística vigente, ubicadas en la zona de Na Capitana».