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Bitàcora sobre la disciplina urbanística a les Illes Balears |
S'Arenal: "el olor no nos dejaba dormir"(Diario de Mallorca, 8/05/2005)La recogida de firmas y denuncias de los afectados comenzó hace casi veinte años R.G. PALMA. "Mirábamos el parte meteorológico para saber hacia dónde iba a soplar el viento ese día. Si venía hacia la costa, el olor no nos dejaba dormir", afirma Francisco Nogales. En 1989 todavía no era presidente de la asociación de vecinos de la Playa de Palma y ni siquiera pertenecía a esta entidad. Por su cuenta, comenzó a recoger firmas entre la gente que vivía en las cercanías de las canteras: primero agricultores de la zona y después residentes de s´Arenal, tanto de Palma como de Llucmajor. Todos sufrían la emanación de gases procedentes de la combustión de residuos y cuyo olor hacía imposible conciliar el sueño. El secretario de la asociación, Juan Pastor, cuenta que "por las noches, alguien quemaba los residuos con petróleo para que se desintegrasen y conseguir así más espacio" en los enormes agujeros ocupados anteriormente por canteras de marés. Un lucrativo negocio El negocio de la basura es muy lucrativo, afirman, ya que cobran a las empresas de obras por deshacerse de sus desperdicios en estas antiguas pedreras. También lo cree el fiscal de Medio Ambiente, que acusó a los dueños de Can Barceló de contaminar para hacer negocio, ya que se ahorran los costes de selección y de vertido controlado de las basuras. Durante muchos años, los vecinos han visto cómo los camiones de obra accedían por el camí de ses pedreres con el contenedor lleno de desperdicios y volvían vacíos. "¿Dónde crees que terminan los 60.000 colchones de camas que cada tres años cambian los hoteles?", pregunta retóricamente uno de los miembros de la entidad Salvem s´Arenal, que se constituyó para luchar unidos contra el abuso de los ex canteros. Y sospecha que existen otras canteras antiguas usadas como vertederos, el fin que anteriormente tuvieron Can Barceló y Can Set, ésta ahora en los juzgados. Los portavoces de la asociación de la Playa de Palma explican que "durante tres o cuatro años, cada día entraban en Can Set unos 600 ó 700 contenedores de obra. No traían escombros, que es lo necesario para restaurar una cantera, sino que el 90 por ciento de la basura era peligrosa". Un miembro de la plataforma Salvem s´Arenal advierte de la gravedad: "Con la combustión de estos elementos, como los plásticos y pinturas, se producen dioxinas y todos los gases tóxicos que te puedas imaginar. Con el calor suben a la atmósfera y con el viento se dirigen a la costa, donde están los turistas. Si se hubiesen enterado de que ocurría esto, hubiera sido muy perjudicial para la isla". Sigue el humo Actualmente, pese a que no se tira más basura, a veces continúa saliendo humo. "Los expertos afirman que las antiguas canteras emanarán gases durante unos 20 años, por lo menos, debido a que sigue la combustión interna", en palabras de Nogales. En los caminos de ses pedreres y Can Duran, ya no hay montañas de basura, como ocurría hace un par de años. Sin embargo, los terrenos de Can Set y Can Barceló tampoco pueden ser descritos como solares rústicos rehabilitados, como se prevé en el futuro. Por el momento son simples descampados con hierbajos y un gran vertedero en sus entrañas. |