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Santa Eulària sanciona al dueño de un asentamiento ilegal con 35.000 euros |
(Diario de Ibiza, 23/08/2016)
El asentamiento tenía capacidad para una veintena de personas, contaba con una ´cantina´, baños comunales y en la intervención se descubrió una plantación de marihuana
redacción | ibiza El Ayuntamiento de Santa Eulària ha impuesto una sanción de 35.000 euros al propietario del asentamiento ilegal de es Forn des Saig, en Sant Carles. La falta ha sido considerada muy grave contra el medio ambiente debido a la acumulación de restos y residuos a una zona de alto riesgo forestal y cualificada como Área Natural de Especial Interés.
El Consistorio ha dado un plazo de diez días al infractor para la retirada de los residuos y su correcta gestión, así como la obligatoriedad de devolver la zona a su estado original.
Este es uno de los dos expedientes abiertos contra los responsables del asentamiento ilegal desmantelado el pasado mes de mayo en Forn des Saig donde se encontraron varias infraviviendas que no tenían los servicios adecuados para hacer una correcta gestión de sus restos, así como numerosos puntos donde se acumulaban materiales que podían ser focos de un incendio forestal.
Ahora queda pendiente de resolución el expediente abierto por una infracción urbanística en este mismo espacio, puesto que también se detectaron numerosos elementos construidos sin ningún tipo de autorización.
El asentamiento tenía capacidad para una veintena de personas, contaba con una ´cantina´, baños comunales y en la intervención se descubrió una plantación de marihuana con una quincena de ejemplares.
Cuando en la primera quincena del mes de abril se efectuó la revisión del entorno, a raíz de una denuncia recibida en el Consistorio, se encontraron una docena de infraviviendas de todo tipo, algunas de ellas aprovechando viejas caravanas.
Muchas de las viviendas tenían conexión eléctrica ilegal y en condiciones peligrosas, puesto que se encontraban situadas en medio del arbolado y sin ninguna medida de protección.
Igualmente, había baños públicos sin conexión a la red, generadores, salidas de humos cerca de los árboles y bombonas de butano a diferentes lados.
En la inspección se hallaron además vehículos abandonados, los cuales todavía contenían fluidos y elementos potencialmente peligrosos para el medio ambiente. También se descubrió un pequeño invernadero de fabricación casera en el cual se cultivaban una quincena de plantas de marihuana, así como un pequeño local que ofrecía comidas y bebidas y actuaba como cantina para los residentes.
Todo el conjunto se había levantado a una propiedad con una vivienda de obra que presentaba algunas modificaciones hechas sin licencia.