![]() |
Petra: el alcalde congela la multa de 29.000 euros al marido de una edil por su nave ilegal |
(El Mundo, 10/05/2007)
Hace 3 meses decretó la sanción por ampliar la ferretería Bonany sin licencia - Lo hizo para acallar las críticas: no ha dado orden de cobrar - Ya dejó caducar un primer expediente
EDUARDO COLOM
PETRA.- El Ayuntamiento de Petra sigue con su sospechosa incapacidad para resolver expedientes de disciplina urbanística. En este caso el de la polémica Ferretería Bonany, ampliada en 2004 sin licencia por el marido de la teniente de alcalde Catalina Mas, denunciada, paralizada y declarada «ilegal e ilegalizable» por los propios informes municipales.
Una resolución de Alcaldía fechada el pasado 14 de febrero resolvía imponer una multa de 58.608,5 euros al alimón entre promotor -marido de Mas- y constructor. 29.300 por cabeza. Dejando de lado la cuantía, tasada a la baja según la oposición municipal y dos técnicos municipales, la medida resulta formalmente ejemplarizante. Máxime cuando es la mayor multa que se ha impuesto en lo que va de legislatura (podría ser superada por la millonaria sanción que se está debatiendo a Serveis Ferroviaris de Mallorca). Pero se queda en papel mojado si, como está ocurriendo, el Ayuntamiento no tramita la notificación de liquidación a los afectados. Esto es, si no se comunica a los sancionados cuánto y cómo tienen que pagar.
La ferretería sigue funcionando y el empresario que la edificó ha acudido a los tribunales para lograr atenuar las medidas. El caso Bonany parecía haberse cerrado, pero sólo en falso y de cara a la galería mediática.
Este diario destapó el escándalo hace ya casi tres años. Entonces se detalló cómo el edificio original se levantó en una parcela que la empresa del marido de la teniente de alcalde compró el 25 de febrero de 2003, un mes y medio antes de que el Ayuntamiento decidiera recalificarla de suelo rústico a urbano, incrementando su valor.
El PP, en la oposición, presentó una querella criminal contra Catalina Mas por considerar que debido a sus intereses familiares estaba obligada a abstenerse en el Pleno del 11 de abril del mismo año que aprobó la modificación puntual de las normas subsidiarias que permitían el cambio de uso. Sobre estos terrenos, la Armería Ferretería Bonany construyó una primera nave industrial de 255,9 metros cuadrados en planta baja. El arquitecto municipal ya puso reparos a aquella edificación.
Pese a ello, el Consistorio dio el final de obra. La empresa del marido de la teniente de alcalde decidió entonces construir una segunda nave de 774 m2 junto a la anterior, esta vez sin licencia y en suelo rústico, según denunció el secretario municipal en un informe emitido el 28 de agosto de 2004. Ante las presiones políticas, el Ayuntamiento se vio obligado a abrir expediente. Impuso una primera multa de 119.000 euros que dejó dejó caducar. La que parecía definitiva, ésta rebajada de 58.608 euros, parece haber tomado el mismo derrotero.
Hace 3 meses decretó la sanción por ampliar la ferretería Bonany sin licencia - Lo hizo para acallar las críticas: no ha dado orden de cobrar - Ya dejó caducar un primer expediente
EDUARDO COLOM
PETRA.- El Ayuntamiento de Petra sigue con su sospechosa incapacidad para resolver expedientes de disciplina urbanística. En este caso el de la polémica Ferretería Bonany, ampliada en 2004 sin licencia por el marido de la teniente de alcalde Catalina Mas, denunciada, paralizada y declarada «ilegal e ilegalizable» por los propios informes municipales.
Una resolución de Alcaldía fechada el pasado 14 de febrero resolvía imponer una multa de 58.608,5 euros al alimón entre promotor -marido de Mas- y constructor. 29.300 por cabeza. Dejando de lado la cuantía, tasada a la baja según la oposición municipal y dos técnicos municipales, la medida resulta formalmente ejemplarizante. Máxime cuando es la mayor multa que se ha impuesto en lo que va de legislatura (podría ser superada por la millonaria sanción que se está debatiendo a Serveis Ferroviaris de Mallorca). Pero se queda en papel mojado si, como está ocurriendo, el Ayuntamiento no tramita la notificación de liquidación a los afectados. Esto es, si no se comunica a los sancionados cuánto y cómo tienen que pagar.
La ferretería sigue funcionando y el empresario que la edificó ha acudido a los tribunales para lograr atenuar las medidas. El caso Bonany parecía haberse cerrado, pero sólo en falso y de cara a la galería mediática.
Este diario destapó el escándalo hace ya casi tres años. Entonces se detalló cómo el edificio original se levantó en una parcela que la empresa del marido de la teniente de alcalde compró el 25 de febrero de 2003, un mes y medio antes de que el Ayuntamiento decidiera recalificarla de suelo rústico a urbano, incrementando su valor.
El PP, en la oposición, presentó una querella criminal contra Catalina Mas por considerar que debido a sus intereses familiares estaba obligada a abstenerse en el Pleno del 11 de abril del mismo año que aprobó la modificación puntual de las normas subsidiarias que permitían el cambio de uso. Sobre estos terrenos, la Armería Ferretería Bonany construyó una primera nave industrial de 255,9 metros cuadrados en planta baja. El arquitecto municipal ya puso reparos a aquella edificación.
Pese a ello, el Consistorio dio el final de obra. La empresa del marido de la teniente de alcalde decidió entonces construir una segunda nave de 774 m2 junto a la anterior, esta vez sin licencia y en suelo rústico, según denunció el secretario municipal en un informe emitido el 28 de agosto de 2004. Ante las presiones políticas, el Ayuntamiento se vio obligado a abrir expediente. Impuso una primera multa de 119.000 euros que dejó dejó caducar. La que parecía definitiva, ésta rebajada de 58.608 euros, parece haber tomado el mismo derrotero.